No es ningún secreto que la saga de Harry Potter es una de las más famosas y exitosas de la literatura juvenil, si no la que más. Sus personajes son muy queridos por representar valores como el coraje, la bondad, o la igualdad de género; de hecho, la actriz Emma Watson, que representó al personaje de Hermione Granger en las adaptaciones fílmicas, es una activista por los derechos de la mujer que ha llegado a convertirse en embajadora de buena voluntad de la ONU por su incansable labor en este respecto.
Sin embargo, desde hace unos años se ha ido creando una relación cada vez más tensa con respecto a la escritora de esta saga que tanto ha hecho soñar a sus lectores. Esta tensión ha acabado culminando con que el hashtag #RIPJKRowling se volviera viral en Twitter, en un intento por cancelar a la famosa escritora británica. ¿Cómo hemos llegado a esta situación? ¿Por qué odia tanto la gente a J.K. Rowling?
Reescribir la historia
Entre las cosas más molestas que un autor puede hacer con respecto a su obra está la manía por añadir datos supuestamente canónicos mucho tiempo después de que esta haya sido publicada. El ejemplo más claro de esto es cuando J.K. Rowling, después de haber publicado y dado por terminada la septalogía de Harry Potter, anunció durante una sesión de preguntas y respuestas de uno de sus tours literarios que Dumbledore era gay ante una sorprendida audiencia.
Aunque este no es un motivo para odiar a un autor, sin lugar a dudas resiente la relación entre los fans y sus creadores, pues tanto la credibilidad de estos como el concepto de lo que es canónico y lo que no se convierten en cosas muy frágiles. A esta gran revelación le siguieron otras tantas, lo que hizo que los fans se tomaran cada vez con menos seriedad las adiciones a posteriori de J.K.Rowling.
Política y religión
Si eres un personaje famoso, estos son temas con lo que es mejor andarse con cuidado, sobre todo si hablas sobre ellos en las redes sociales. Sin embargo, a J.K. Rowling le gusta tanto hablar sobre política y religión que Wikipedia tiene una entrada dedicada completamente a ello. Por lo general, sus puntos de vista suelen ser inclusivos: ella misma se considera de izquierdas, pero asume y acepta que cada lector de Harry Potter interprete la saga según su propia ideología.
Sin embargo, de vez en cuando le gusta meterse en alguna buena trifulca. Desde twits tan inofensivos como aquel en el que decía que la única religión que no se imagina en Hogwarts son los seguidores de la Wicca, hasta otros más controvertidos en los que alababa a figuras políticas británicas diciéndoles que se merecen estar en Gryffindor. Si hay algo que pueda romper la magia de una novela de fantasía, eso es teñirla con las batallas idiosincráticas del mundo real; el introducir a Harry Potter y el mundo que había creado en debates sobre estos temas solo puede llevar a que muchos de sus fans se sientan alienados… sobre todo cuando los puntos de vista que defiende tienen que ver con el punto que veremos a continuación.
Transfobia
Y por fin llegamos al meollo de la cuestión. La transfobia es el fantasma que ha estado persiguiendo a J.K. Rowling en tiempos recientes, especialmente a través de las opiniones que expresa a través de Twitter. Estas son muchas y variadas, y el debate es demasiado largo y complejo como para resumirlo aquí, pero es tan frecuente y pervasivo que varios de los actores de sus películas, como Emma Watson, Daniel Radcliffe y Eddie Redmayne, han tenido que pronunciarse públicamente para ofrecer su apoyo al colectivo trans.
Para echar más leña al fuego, J.K. Rowling acaba de publicar Troubled Blood, un nuevo thriller perteneciente a la saga de novelas Cormoran Strike, que publica bajo el pseudónimo de Robert Galbraith. ¿Y dónde está el problema? En que el asesino es un hombre cisgénero que se viste de mujer para asesinar a otras mujeres, aprovechándose de que estas creen que es una mujer para atacarlas cuando son vulnerables. Las implicaciones que esta trama tiene para el debate de los derechos transgénero son evidentes.
En resumen, J.K. Rowling es una autora que consiguió pasar de realizar trabajos burocráticos tediosos a ser multimillonaria por haber escrito una saga literaria que ha llegado a los corazones de millones de personas a lo largo del mundo. Esto le confiere un poder y una responsabilidad enormes, y mucha gente siente que está usando esta posición privilegiada para tergiversar su propia obra en retrospectiva, esgrimirla para defender sus propias ideas políticas, y, peor de todo, para menoscabar a un colectivo que ya se encuentra en una posición muy vulnerable. Es por esto por lo que, a pesar de haber sido la creadora de la maravillosa saga Harry Potter, cada vez más y más gente se va sintiendo más desilusionada con sus acciones.
Y vosotros, ¿qué pensáis sobre ella? ¿Creéis que tiene derecho a hablar de lo que le dé la gana en público, o que debería usar su posición de poder con más responsabilidad?